Gracias a ello ha sido clave en un equipo como el Borussia Dortmund, campeón de la Bundesliga y sin ningún recuperador nato. Entre Bender y Sahin recuperan y distribuyen, y lo digo pensando en una pareja Sahin-Xabi Alonso. Eso es clave, también su disparo. Excelente en los libres directos, gran especialista a balón parado. Y otra cosa más, su crecimiento con altibajos. Pasó momentos difíciles, en los que incluso parecía estancarse. Sólo por eso se entiende su cesión al Feyenoord. En Holanda rindió, volvió a la Bundesliga y es pieza clave también en Turquía.
Nacido el 5 de septiembre de 1988 en la ciudad alemana de Ludenscheid, de padres turcos, jugaba en el modesto Meinerzhagen cuando un técnico del Dortmund le reclutó. Era 2001, y se acercaba su gran año. En 2005 fue campeón europeo Sub-17 y el gran inspirador futbolístico de la Turquía que ganó a Holanda en la final.
Al Mundial. Unos meses después jugó el Mundial de Perú. Compartió honores junto al brasileño Anderson y el mexicano Carlos Vela como mejor futbolista del torneo. Aquella semifinal entre Brasil y Turquía quedará para la leyenda como uno de los mejores partidos en la historia de los Mundiales Sub-17. En agosto de 2005 se convirtió en su debut con el Dortmund en el futbolista más joven en la historia de la Bundesliga, con 16 años y 335 días. Poco después debutó con la absoluta turca, con gol incluido y en un amistoso precisamente frente a Alemania. Sí, Sahin eligió jugar con Turquía a pesar de la insistencia de la Federación alemana.
Siempre mediocentro, muy técnico, de los que juegan de verdad. E insisto, con un altísimo nivel competitivo, lejos del estereotipo de mediocentro muy técnico pero blando. Por algo Arsène Wenger le etiquetó como "el futuro mejor mediocentro de Europa". Así es Sahin, al que el Dortmund no podrá retener. Le esperan retos aún mayores.
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