martes, 7 de junio de 2011

Promociones con sabor a títulos

Los 'playoffs' que se inician este miércoles para conseguir la última plaza vacante en Primera traen al recuerdo las viejas promociones de ascenso, desaparecidas en 1999. Aquel año, Rayo Vallecano y Sevilla, equipos de Segunda, pasaban por encima de Extremadura y Villarreal para regresar a la élite. Fueron las últimas de decenas de batallas que quedaron grabadas en la historia de los clubes más modestos del fútbol profesional.
El Celta evitó el primer ascenso del Deportivo, su eterno rival, en 1940
Los duelos de ascenso o permanencia en Primera se hicieron habituales en la década de los 40. El primero de ellos lo disputaron Celta de Vigo y Deportivo de La Coruña a partido único, celebrado en Madrid (estadio de Chamartín), el 15 de mayo de 1940. Un gol de Nolete suponía la salvación del Celta en un choque recordado para siempre en Galicia. Un año después, la afición coruñesa se resarcía tras vencer 2-1 al Murcia, su primer ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional.
Sin embargo, estas eliminatorias desaparecieron entre 1968 y 1988, año en el que regresaron hasta su última edición en el 99. El Rayo Vallecano, con cinco participaciones, se convirtió en un clásico de ellas durante estas doce campañas. Mallorca, con cuatro, y Espanyol y Albacete, con tres, también dejaron un largo reguero de sonrisas y lágrimas. Para los locos del balompié, el fútbol en su máxima esencia.
El Rayo, gran clásico, disputó cinco promociones en doce campañas
Compostela, ahora con su equipo en Preferente, se emociona al revivir su ascenso a Primera a costa del Rayo Vallecano, en Oviedo (3-1), ya que los dos partidos de ida y vuelta habían terminado en empate (1-1 y 0-0). Salamanca, que ahora llora su descenso a 2ªB, añora aquella eliminatoria del 95 en la que goleó 0-5 en Albacete, prórroga incluida, después de haber perdido 0-2 en El Helmántico.
Liga AdelanteLleida, con su club en la situación más critica en 72 años de historia, aún se pregunta cómo se le escapó el ascenso en Gijón. Figueres y Toledo, aunque Cádiz y Valladolid rompieran su sueño, recuerdan orgullosos que estuvieron a dos partidos de jugar en Primera. Y también Compostela, vencedora cuatro años antes, rabia cuando insiste en que no era peor equipo que el Villarreal que consiguió su primer ascenso a la élite.
Martín salvó al Barça
Aunque más recordadas, las promociones de ascenso o permanencia no han sido exclusivas de los clubes más humildes. ¿Alguien imagina al Barcelona disputando uno de estos duelos por no bajar a Segunda? Pues ya lo hizo en 1942, ante el Murcia, en un partido que terminó 5-1 después de que el equipo grana se pusiera 0-1 en el marcador. La historia azulgrana tiene mucho que agradecer al gran partido que Martín realizó aquella tarde en Chamartín, mismo estadio donde pocos días antes el Barcelona había ganado la Copa del Generalísimo al Athletic.
Estos duelos fratricidas son tan viejos como la propia Liga. A comienzos de 1928, unos meses antes del inicio del primer campeonato de Primera División, los nueve equipos más laureados del país tenían asegurada su participación en la máxima categoría por haber sido campeones de Copa o haber llegado a una de sus finales, pero faltaba uno. Y éste saldría de las eliminatorias a partido único entre ocho equipos, celebradas todas ellas en el estadio Metropolitano de Madrid.
Santander, primeras alegrías
Racing y Sevilla, últimos supervivientes, debieron disputar tres encuentros hasta dilucidar qué equipo ascendía, ya que los dos primeros terminaron en tablas. En el tercero, los cántabros ganaron 2-1 y jugaron la primera Liga española.
Caprichos del destino -el Racing quedó último en Primera y el Sevilla campeón en Segunda-, ambos equipos repetirían promoción una temporada después, aunque esta vez a ida y vuelta. Los cántabros, que cayeron 2-1 en Sevilla, vencieron 2-0 en Santander para mantener la categoría. Única temporada de la historia en la que no hubo ascensos ni descensos en Primera.

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