En juego había la posibilidad de seguir vivo para luchar por una plaza en Primera. Demasiada responsabilidad para dos equipos que salieron al campo atemorizados, con mucho miedo a fallar. El planteamiento del Granada era claro, no encajar. Mientras, el Celta intentaba buscar la portería contraria sin correr riesgos. Los visitantes apenas amenazaron a los locales con dos disparos lejanos de Orellana y Dani Benítez. En la primera media hora, los de Paco Herrera no eran capaces de inquietar a los franjirrojos, hasta que aparecieron Trashorras y De Lucas. Ambos tuvieron en sus botas el primer tanto, pero Roberto les ganó la partida.
Decidió la cantera.
La segunda parte fue otra historia. Lucena avisó a los cinco minutos y a partir de entonces comenzó el monólogo celeste. De nuevo De Lucas y Trashorras fueron los que probaron suerte, pero a las estrellas locales les faltó ayer puntería. Herrera se dio cuenta de ello y apostó por los canteranos. Iago Aspas, Dani Abalo y Michu sustituyeron al tridente de oro y la jugada le salió redonda al preparador celeste. Los cambios reactivaron al equipo y entre los tres, junto con Hugo Mallo (otro canterano), fabricaron el único tanto del encuentro.
El gol de Michu fue celebrado con euforia por un Balaídos que presentaba un ambiente excepcional, recordando al Celta de las grandes noches de Champions. El Granada debería buscar el empate en los últimos minutos, pero Fabri se mantuvo en su rácano planteamiento y su equipo apenas inquietó. El Celta viajará ahora a Los Cármenes con ventaja.
Golpe de Aspas a Roberto
El portero del Granada, Roberto, acabó el partido con un ojo morado después de que Iago Aspas le diera una patada fortuita en la cara. Al término del duelo, el punta celeste fue a pedirle disculpas al meta, pero éste no las aceptó y le recriminó la acción.
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